Jean Claude Nicolas Forestier diseñó estos elegantes jardines con aires afrancesados, que ocupan un poco más de 3,5 hectáreas y que invitan a visitarlo a quien quiera un espacio sereno alejado del ajetreo de la ciudad. Se encuentran en el parque de Montjuïc, entre el MNAC (Museo Nacional de Arte de Cataluña) y la Avenida de l´Estadi. Solo abren los sábados y los domingos de 10 a 15 horas: tenerlo en cuenta!
Aquí se encuentra el Palacete Albéniz, de líneas neoclásicas, que fuera construido en 1929 bajo la supervisión del arquitecto Joan Moya. Sirvió de residencia a la familia real durante la Exposición Universal de ese año. Hoy en día, cumple esa misma función para cuando los reyes o personalidades destacadas visitan la ciudad. Cuando esto ocurre, se cierra el acceso al público en su totalidad.
Hacia uno de los lados, una galería de columnas jónicas nos conduce al pequeño anfiteatro...
Los diferentes caminos que recorren los jardines permiten acceder a rincones de ensueño a la sombra de pinos, cipreses, naranjos, olmos, tilos y otras especies arbóreas.
Coloridas formaciones florales contrastan con el verde de las praderas.
Podemos obtener una visión panorámica de la ciudad! Unas escalinatas que comunican el palacete con los contiguos jardines de Laribal, nos servirán de platea...
Hallaremos desperdigadas obras escultóricas de diferentes artistas, al aire libre, que contemplan nuestros pasos sin interrumpirnos...
Este grupo escultórico, "Ciervos" de Frederic Marès, es el que más me ha gustado. Razones obvias (amo a los animales!)
Las fuentes ornamentadas con esculturas y las caídas de agua completan este amplio espacio verde que hace muy relajante nuestra estada allí.
Recomiendo no ir escuchando música (sea con o sin auriculares): se estarán perdiendo un gran momento de desconexión del mundanal ruido y conexión con uno mismo!!! ;-)
Hasta la próxima!!!